Estimular la producción de contenidos
Más allá de los ya conocidos prosumidores, consumidores productores de contenidos, el reto para las marcas es estimular la producción de contenidos positivos sobre sus productos.
Las empresas no deberían esperar pasivamente a que algún usuario hable a través de las redes sociales cuando tiene algún inconveniente o, por el contrario, cuando los productos de la marca sobrepasan las expectativas, sino que el desafío es el de ser proactivos a la hora de estimular la propia producción de contenidos por los usuarios y consumidores. Esto además traería cierta tranquilidad a la pérdida de control del mensaje que, aunque seguiría existiendo y no podría controlarse lo que diga cada una de las personas, sí podría generarse un cierto control o dirección hacia un determinado contenido.
Los consumidores también están asumiendo un rol de distribuidores de contenidos: compartiendo fotos, videos, música, es decir contenido, en las redes sociales, blogs y otros espacios sociales que surgen día a día. Los obstáculos a sortear en materia de comunicación tienen entonces que ver con dominar la complejidad, transformar la información en conocimiento, gestionar los diferentes soportes que existen y hacerlos más eficaces para transportar el mensaje, y lograr responder de un modo más efectivo a un público que precisa ser guiado en un mundo en el que lo que sobra es información pero que escasea la información que se precisa en el momento adecuado.
Los retos que enfrentan las organizaciones en la nueva era de la comunicación son, entonces, considerables. Los contextos son dinámicos e impredecibles, los consumidores son mucho más exigentes, empoderados y están más conectados entre sí. Es de considerar que los días en que las organizaciones ejercían algún control sobre ese contexto y el contenido enviado, están llegando a su fin, si es que alguna vez aquello fue una realidad.
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